Las dietas no funcionan, te explicaré por qué
Los estudios demuestran que las dietas no funcionan, que a futuro no tienen efectividad, revelan que solo conducen a aumentar de peso. La estadística testifica que el 40% de las personas que siguen una dieta, ganan aún mas peso, que al menos el 50% de ellas recuperan el peso perdido. Otros estudios avalan que casi el 98% de las personas que intentan una dieta, fracasan. ¿Por qué seguir haciendo lo mismo y esperar diferentes resultados?
En mi criterio profesional, la razón principal es porque no estamos viendo el problema de fondo. Nuestra salud, alimentación y estilo de vida son reflejo de nuestros pensamientos. Si queremos comer sano y hacer ejercicio necesitamos comenzar por nuestra mente, por nuestros pensamientos. Nuestra mente es muy poderosa, puede llevarnos al éxito o al fracaso, puede limitarnos o liberarnos, enfermarnos o sanarnos. Las dietas parecen inofensivas, sin embargo, han causado mucho daño colateral, la obsesión con el peso lleva a desórdenes alimenticios y éstos han arruinando algunas vidas.
Cuando nos obsesionamos por alcanzar el número mágico, cuando entregamos nuestro poder y hacemos cualquier locura por obtener el peso ideal y peor aún cuando nos apegamos emocionalmente a ello y no lo conseguimos a través de la dieta, comenzamos a adquirir comportamientos auto-destructivos; conductas abusivas que nos conducen a practicar el ejercicio en exceso, a elaborar dietas restrictivas y peor aún a formular un diálogo interior de crítica, juicio y de ataque hacia nosotros mismos durante todo el día. ¿No te parece insensato darle tanto valor a una dieta y al peso? Me parece irracional que nuestra felicidad dependa de factores externos, de nuestro cuerpo o peso perfecto. En mi opinión nace de un perfeccionismo y de una auto-exigencia, me parece absurdo y obsesivo darle ese falso valor.
Es sorprendente para mi ver cómo algunos pacientes se odian por su cuerpo, creen que cuando adelgacen serán felices y lograrán amarse y aceptarse. Precisamente porque no se aman y no se aceptan, es por ello que están en el peso no deseado. Todo comienza en la cabeza y se interpreta en el cuerpo. El verdadero problema está en su manera de pensar, en su diálogo interior, en sus pensamientos y creencias. Está en cómo se sienten con ellos mismos y se relacionan con ellos, con su medio ambiente, con la comida y con su cuerpo.
La buena noticia es que existe una salida. El remedio principal está en modificar nuestros pensamientos y creencias, está en restaurar nuestra relación. Está en cambiar la forma de ver las cosas para que las cosas cambien de forma. Está en mejorar nuestra relación hacia la comida y nuestro cuerpo. El enfoque debe estar en prevenir el aumento de peso, no en promover la pérdida de peso, en generar un estilo de vida saludable, no en hacer una dieta.
La mente sobre la comida
Cada uno de nosotros metabolizamos la comida diferente y vemos a cada alimento de forma distinta. Por ejemplo, imaginemos un platillo de pasta cremosa con camarones y una ensalada, alguien que desea adelgazar y ha escuchado que los carbohidratos engordan (esta información es errónea), sentirá culpabilidad por comerse la pasta y verá al platillo como calórico y grasoso por la crema. En otras palabras, ve al platillo con miedo. En cambio, un atleta puede ver las verduras, la proteína y los carbohidratos como útiles para su rendimiento y recuperación. Alguien enfermo puede ver el platillo como algo dañino o como un medicamento para su cuerpo, por ejemplo quien padece de colesterol, podrá sentir vergüenza al comer camarones y crema por contener colesterol y grasa saturada. Ambos en exceso elevan el colesterol en sangre. En cambio, un científico puede ver al alimento como una colección de productos químicos.
Lo sorprendente es que cada una de estas personas metaboliza diferente el mismo alimento, los pensamientos y sentimientos que tienen sobre los alimentos que comen tiene un gran impacto sobre su metabolismo, a veces más que los propios nutrientes. Como dijo Henry Ford, tanto si crees que puedes como si piensas que no puedes, estás en lo cierto.
Conclusión
El exterior es reflejo de nuestro interior. Para adelgazar y prevenir enfermedades es conveniente encauzar el tratamiento de forma holística, debe ser analizado como un todo y no solo a través de considerar la dieta de forma aislada o temporal. Es fundamental rodearnos de profesionales preparados y capaces como nosotros para guiar y acompañar a las personas a vivir un estilo de vida mas saludable.







